Luz de emergencia estanca
Las luces de emergencia estancas son una solución confiable para reforzar la seguridad en áreas expuestas a la humedad, el polvo o salpicaduras de agua. Funcionan con una alimentación de 220-240 V y están fabricadas con un difusor de policarbonato transparente y una carcasa de ABS de gran resistencia, que protege los componentes internos en entornos exigentes. Cada luminaria incorpora una batería de níquel-cadmio, la cual asegura iluminación de respaldo inmediata en caso de cortes de energía, brindando visibilidad en las evacuaciones o en tareas de mantenimiento. Además, cumplen con la norma IEC60598-2-22, que garantiza desempeño y seguridad en sistemas de iluminación de emergencia.
Por su durabilidad y versatilidad, generalmente se instalan en túneles, estacionamientos subterráneos, hospitales, estaciones de transporte, muelles e instalaciones industriales, ofreciendo confianza en situaciones críticas. Según los requerimientos, pueden configurarse en modo permanente, permaneciendo encendidas en todo momento, o en modo de emergencia, activándose únicamente durante una falla en la red eléctrica. Esta flexibilidad permite optimizar el consumo energético sin comprometer la seguridad de las personas.
¿Las luces de emergencia estancas pueden fallar con la lluvia o humedad constante?
¿Las temperaturas bajas o muy altas afectan su impermeabilidad?
En ambientes muy cálidos, el calor acelera el desgaste de las juntas y reduce su durabilidad. En estos casos, es mejor optar por modelos con carcasa metálica, que disipan mejor el calor y realizar mantenimientos con mayor frecuencia para prevenir fallos.
¿Cómo mantener en buen estado las luces de emergencia estancas?
Respecto a la batería, lo ideal es hacer al menos una revisión anual: compruebe el voltaje y asegúrese de que no haya signos de corrosión en las conexiones, ya que la humedad puede afectar seriamente su rendimiento.